Hay diez centímetros de silencio entre tus manos y mis manos,
una frontera de palabras no dichas entre tus labios y los mios
y algo que brilla así,
triste,
entre tus ojos y mis ojos.
¿Por qué se dice adiós cuando no se quiere partir?
Quedarse no es adecuado,
uno de los dos guarda la esperanza,
que al irse sea buscado,
el otro espera que aquel que regrese,
sea para un dulce quedar.