No te doy el permiso de que me importes,
al igual que tú no te darás el permiso de recordarme,
pero si le permitimos a nuestras bocas,
esta noche buscarse,
para olvidar un poco las heridas,
para disfrutar del licor del momento un poco más.
Nos dejamos probar nuestras bocas que saben a tequila
nos abrazamos fuerte como si fuera verdad,
que un solo momento puede durar toda la vida,
que un espejismo es realidad.
Yo te lleno de palabras que poco entiendes,
te doy un boceto de mi complejidad,
mientras tú me escuchas
y me dices “estoy aprendiendo”,
yo te dejo al salir el sol
queriendo un poco más.